Tranquilidad en el jardín
Rosi’s está escondido entre varios edificios comerciales antiguos y un complejo de apartamentos decorado con grafiti. Aunque el aforo esté completo, rara vez encontrará una cola a la puerta del local. La entrada cuesta unos cuantos euros, que le dan acceso a un gran jardín con cómodos sofás, hogueras y una mesa de ping pong. En verano, los hambrientos fiesteros pueden pedir un filete recién hecho en la barbacoa.
Baile desde ritmos balcánicos hasta techno
Una vez dentro, en Rosi’s encontrará dos pistas de baile y unas cuantas salas más pequeñas, donde poder tomar una copa con tranquilidad. Estas salas se han decorado al estilo de los años 70 y son perfectas para descansar un poco de tanto baile. La música cambia todas las noches y depende de la pista de baile que elija. Los sábados puede encontrar un DJ de música electrónica en una sala y ritmos balcánicos en otra. Al día siguiente puede encontrar techno y reggae. En Rosi’s también suele haber muchas actuaciones en directo.