Odas a la libertad
Aunque actualmente la Plaza Merdeka simboliza la independencia de Indonesia, resulta irónico que fuese el gobernador holandés Daendels la persona que encargó su construcción en 1870. Daendels residía en el Palacio neoclásico de la Plaza Real (Istana Merdeka), ubicado aún en la cara norte de la plaza. A unos minutos de distancia a pie desde la plaza se encuentra la Mezquita Istiqlal, también construida para conmemorar la independencia nacional. Desde el observador del obelisco, es imposible que no se quede asombrado ante esta mezquita modernista. Sin embargo, la enormidad de este edificio solamente la podrá apreciar cuando se ponga delante, o cuando entre: es una de las mayores mezquitas del sudeste asiático. Tras ella se encuentra la antigua Plaza Waterloo, donde también se encuentra un monumento en honor a la libertad. La estatua de un hombre quitándose las esposas, elaborada con monedas de cobre fundidas, simboliza la liberación de Papua. Pasee por la plaza y descubra diversos ejemplos de la arquitectura colonial, incluyendo la catedral Neogótica y el actual Ministerio de Economía.
Un viaje en el tiempo
Entre los ministerios de la zona occidental de la plaza se encuentra el Museo Nacional, el lugar perfecto donde descubrir la historia de Indonesia. La colección, con más de 240.000 objetos, se divide en varias categorías que incluyen prehistoria, religión y etnología. Esculturas hinduistas y budistas, recipientes de oro de Ramayana, una corona perteneciente al Sultán desde el año 1700 y porcelana de la Dinastía Yuan… todo tiene cabida aquí. Los 4 pisos del ala del museo que se ha construido recientemente se dedican por completo a los habitantes de Indonesia. Particularmente interesante es la sección sobre el Hombre de Flores, un hombre prehistórico que vivió en Flores y que solo medía un metro.