COPENHAGUE

Compras

El encantador barrio de Latinerkvarteret debe su nombre a la universidad que durante siglos se encontraba aquí. Y, aunque el nombre pueda hacerle pensar en el Barrio Latino de París, esta escondida zona del centro de Copenhague tiene un carácter propio. Además de los edificios universitarios, el Latinerkvarteret cuenta con tiendas de discos de moda, peculiares tiendas de cómics y muchas tiendas de ropa de segunda mano.

Compras

Copenhague es la capital de la moda de Escandinavia, algo que demuestran diariamente sus estilosos habitantes. La ropa juega un importante papel en la vida de los copenhagueses, que afrontan el clima frío de la ciudad con las creaciones más bellas y abrigadoras. La industria de la moda danesa florece como nunca antes y el país cuenta con innumerables diseñadores exitosos por descubrir.

Arte y cultura

Copenhague, ciudad de amplias avenidas, palacios señoriales e impresionantes almacenes, es un placer para la vista. Los daneses son conocidos por su buen ojo para el estilo: como sería de esperar, esta estilosa capital escandinava se viste a la perfección. Además, el genio creativo danés ha producido arte y cultura del más alto nivel durante décadas.

Gastronómicas

Auténtica, fresca, innovadora y sana. Así es la Nueva Cocina Nórdica, la revolución gastronómica que ha redefinido la forma de cocinar de los países nórdicos durante la última década. Su epicentro se encuentra en Copenhague, donde en 2004 se reunieron los mejores cocineros de Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia para conversaciones de alto nivel. Estaba en juego el futuro de la cocina nórdica, sobre la que decidieron que debía volver a sus raíces.

Arte y cultura

Con buena razón, los daneses están orgullosos de su producto de exportación más famoso: el diseño danés. Líneas limpias y formas sencillas crean figuras veneradas por su sencillez y por la elegancia que de ellas se desprende. La reputación mundial de Dinamarca en el campo del diseño se debe en gran parte al principio que «la forma sigue a la función».

Gastronómicas

Con 5.000 años de historia en Dinamarca, la cerveza está estrechamente ligada a la cultura e historia danesas. A los vikingos les encantaba y casi sólo tomaban cerveza rubia, lo que, en aquel entonces, era más saludable que el agua. Hoy día, la elaboración de cerveza sigue prosperando en el país, con un consumo medio de 80 litros por año y persona.

Gastronómicas

El Smørrebrød es el plato de almuerzo típico de Dinamarca. Aunque Smørrebrød significa “pan con mantequilla”, es mucho más que eso. Los daneses se toman muy en serio sus ingredientes, por lo que el resultado son unos exquisitos bocados.

Arte y cultura

La historia de Nyhavn es casi tan colorida como los famosos gabletes que hay a lo largo del muelle. Barcos, marineros y mucho alcohol han marcado la historia de este puerto. Beber cerveza sigue siendo el pasatiempo preferido: cuando hace sol, parece que todo Copenhague sale a tomar un vaso de Carlsberg fría en el muelle. Pero Nyhavn es mucho más.

Compras

Strøget es la calle peatonal más larga del mundo y la zona de compras más famosa de Copenhague. Además del gran número de tiendas, Strøget ofrece también muchos otros atractivos y es el lugar perfecto para un paseo vespertino.

Arte y cultura

Christiansborg se encuentra en la pequeña isla de Slotsholmen, en la bahía de Copenhague. En principio, este fue el hogar de la familia real. Sin embargo, tras un incendio en 1794 la familia se mudó a Amalienborg. Ahora, es la sede del Parlamento y los Tribunales daneses. El primer ministro del país también tiene su despacho en el antiguo palacio.

Arte y cultura

La Sirenita, que por amor quiso convertirse en humana, dándole su voz a la malvada bruja del mar. Todos conocen el cuento de La Sirenita. El literato danés Hans Christian Andersen escribió la historia en 1836. Como tributo, hay una escultura de La Sirenita en el muelle de Langelinie de Copenhague.

Arte y cultura

Amalienborg, en el mismísimo centro de Copenhague es la residencia de invierno de la familia real danesa. El complejo cuenta con cuatro palacios y es un fantástico ejemplo del popular estilo rococó danés. Dos de los palacios están abiertos al público. Amalienborg está protegido por la guardia real y el cambio de guardia diario atrae a cientos de espectadores de las calles de Copenhague.